En el momento de crear la cocina de tus sueños, hay una decisión que hay que tener en cuenta, y es la de elegir las encimeras. Los electrodomésticos, la iluminación, materiales y diseño son de vital importancia, pero la encimera es uno de los principales elementos, y uno de los que más usos tendrá a lo largo de la vida útil de tu cocina. Para elegir la perfecta, además de fijarnos en la que mejor combine con el resto del mobiliario, debemos tener en cuenta una serie de factores: la duración, el presupuesto y el mantenimiento.
A todo esto, debemos añadir que existen diferentes tipos de encimeras, tantos como materiales que las forman. Seguro que conoces las habituales superficies de mármol, pero quizá alguno de los siguientes soportes que os vamos a explicar no os sean tan conocidos.
Este material destaca por tener una dureza envidiable, siendo casi imposible de rayar; olvídate de dejar marcas si alguna vez se te caen utensilios de cocina o líquidos ácidos. El principal problema que tiene es que, por su naturaleza, el granito es poroso. ¿Qué significa esto? Que las manchas pueden penetrar fácilmente en el material, y si no se limpian rápidamente, pueden quedar en el largo plazo. Tenemos, por tanto, una encimera resistente al paso del tiempo y que nos permite colocar ollas calientes encima sin temor a estropearla, pero que requiere un mantenimiento cuidadoso, si queremos que su aspecto no se deteriore.
Un elemento precioso y versátil, una forma perfecta de dar un toque de calidez a la cocina, pero con algún que otro inconveniente. Incluso aunque se barnicen, de la misma forma que ocurre con el granito, la madera es porosa, por lo que será difícil deshacerse de las manchas. Por otro lado, hablamos de un material más delicado, y susceptible de rayarse y deteriorarse con el cocinado constante. No obstante, es también uno de los que mayor variedad de acabados ofrece, desde estilos más rústicos y artesanales hasta las tendencias más innovadoras. Sin duda, se trata de un tipo de encimera que conlleva esfuerzo en su mantenimiento y un trato cuidadoso, pero que da lugar a ambientes únicos y llenos de belleza.
Material fácil de limpiar, resistente al agua y de gran dureza. El cuarzo compacto nos permite contar con encimeras de auténtico diseño, gracias a su amplio abanico de posibilidades en cuanto a acabados, con un mantenimiento fácil y sencillo. No debemos olvidar, sin embargo, que las altas temperaturas pueden afectar a su aspecto, por lo que es de utilidad contar con protectores en el momento de dejar ollas o cazuelas que acaben de salir del fuego. Las encimeras de cuarzo compacto son una de las opciones más versátiles por sus muchas ventajas, y las pocas complicaciones que ofrecen a medio/largo plazo. Una de sus variantes más habituales es la de Silestone, término que seguro que habéis oído ya.
¿Quién no ha pensado nunca en colocar una encimera de mármol en su cocina? Encimeras con un impacto visual innegable, las cocinas con este material denotan glamour y elegancia, además de un brillo muy especial y característico. En cuanto a sus cualidades, son muy similares a las que ofrece el granito, con una alta resistencia, aunque se trata de un material más delicado, especialmente frente a golpes fuertes. Aunque su superficie no es porosa, tiende a perder brillo con facilidad, por lo que su mantenimiento es algo costoso.
El material revolucionario del sector. Las encimeras porcelánicas son un sinónimo de resistencia, tanto al calor y las altas temperaturas como a los posibles impactos. Trae consigo una amplia variedad de acabados que nos permite innovar en el diseño en la cocina. Además, es un material ecológico y antibacteriano, por lo que no requiere de una limpieza concienzuda.
Estos son los principales materiales de encimeras para la creación de la cocina perfecta. Como podéis ver, todas ellas tienen ventajas y conllevan algún tipo de mantenimiento, y todas son especiales a su manera. De vosotros depende elegir la que mejor se adapta a vuestra idea.